Descripción
Definitivamente un nombre irreverente.
Un curioso apelativo que incluso puede avergonzarte cuando lo dices.
Pero el Culo de la Mula no es un truco de marketing, o al menos no es una excusa para dar que hablar y atraer turistas.
El salami, de hecho, tiene un origen muy antiguo y, evidentemente, debe su nombre a la forma particular que tiene.
Nuestros antepasados también tenían sentido del humor.
Además, sólo la mula da nombre a este producto típico de Umbría.
De hecho, se produce exclusivamente con carne de cerdo finamente procesada procedente de granjas locales.
Los Coglioni del Mulo, al igual que la miríada de embutidos que caracterizan el patrimonio gastronómico italiano, nacieron en el contexto familiar de la cría de cerdos.
De hecho, era una práctica común que cada familia poseyera uno o más cerdos para su subsistencia.
Ante la necesidad de conservar esta carne durante todo el año, la creatividad de agricultores y ganaderos dio vida a la constelación de embutidos y salchichas que aún hoy encontramos en nuestras mesas, y que tanto nos enorgullecen en el mundo.
Así nacieron los Coglioni del Mulo, pequeños embutidos de fácil conservación gracias a su forma que permite colgarlos para su condimentación y posterior mantenimiento.